martes, febrero 08, 2005

Ezequiel 34 - Parte de el

2 Hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel; profetiza, y di a los pastores: "Así ha dicho Jehová, el Señor: ¡Ay de los pastores de Israel, que se apacientan a sí mismos! ¿Acaso los pastores no apacientan a los rebaños?

3 Os alimentáis con la leche de las ovejas, os vestís con su lana y degolláis a la engordada, pero no las apacentáis.

4 No fortalecisteis a las débiles ni curasteis a la enferma; no vendasteis la perniquebrada ni volvisteis al redil a la descarriada ni buscasteis a la perdida, sino que os habéis enseñoreado de ellas con dureza y con violencia.

5 Andan errantes por falta de pastor[b] y son presa de todas las fieras del campo. ¡Se han dispersado!

6 Han andado perdidas mis ovejas por todos los montes y en todo collado alto. Por toda la faz de la tierra fueron esparcidas mis ovejas y no hubo quien las buscara ni quien preguntara por ellas.


11 Porque así ha dicho Jehová, el Señor: Yo, yo mismo, iré a buscar a mis ovejas, y las reconoceré.

12 Como reconoce su rebaño el pastor el día que está en medio de sus ovejas esparcidas, así reconoceré yo a mis ovejas y las libraré de todos los lugares en que fueron esparcidas el día del nublado y de la oscuridad.

14 En buenos pastos las apacentaré y en los altos montes de Israel estará su pastizal; allí dormirán en buen redil y con pastos suculentos serán apacentadas sobre los montes de Israel.

15 Yo apacentaré mis ovejas y les daré aprisco,[d] dice Jehová, el Señor.

16 Yo buscaré a la perdida[e] y haré volver al redil a la descarriada, vendaré la perniquebrada y fortaleceré a la débil; pero a la engordada y a la fuerte destruiré:[f] las apacentaré con justicia.

20 Por tanto, así les dice Jehová, el Señor: Yo, yo mismo, juzgaré entre la oveja engordada y la oveja flaca,

21 por cuanto empujasteis con el costado y con el hombro, y acorneasteis con vuestros cuernos a todas las débiles, hasta que las echasteis y las dispersasteis.

22 Yo salvaré a mis ovejas y nunca más serán objeto de rapiña; y juzgaré entre oveja y oveja.

28 No serán más por presa de las naciones ni las fieras del país las devorarán, sino que habitarán con seguridad y no habrá quien las espante.

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