viernes, diciembre 19, 2008

Nombre Nuevo por Francisco Collado

En el día de hoy recibí un email de un hermano, el cual me edifico mucho, por eso lo coloco.
Disfruten…

Email enviado: Viernes, Dic 19, 2008 a las 1:18 PM
Queridos hermanos:

Hace muchos días que me he sentido intrigado por una serie de coincidencias que he encontrado en la biblia y he estado orando al Señor para que me revele el significado de estas cosas.

En el antiguo testamento el Señor nuestro Dios cambio los nombres de Abram y Saray por Abraham y Sara y los bendijo, también cambió el nombre de Jacob por el de Israel y lo bendijo.
Todos sabemos que estos personajes vivieron en absoluta obediencia al Señor.

Génesis 17:5-6
Y no se llamará más tu nombre Abram, sino que será tu nombre Abraham, porque te he puesto por padre de muchedumbre de gentes.
Y te multiplicaré en gran manera, y haré naciones de ti, y reyes saldrán de ti.
Génesis 17:15-16
Dijo también Dios a Abraham: A Sarai tu mujer no la llamarás Sarai, mas Sara será su nombre.
Y la bendeciré, y también te daré de ella hijo; sí, la bendeciré, y vendrá a ser madre de naciones; reyes de pueblos vendrán de ella.
Génesis 35:10-12
Y le dijo Dios: Tu nombre es Jacob; no se llamará más tu nombre Jacob, sino Israel será tu nombre; y llamó su nombre Israel.
También le dijo Dios: Yo soy el Dios omnipotente: crece y multiplícate; una nación y conjunto de naciones procederán de ti, y reyes saldrán de tus lomos.
La tierra que he dado a Abraham y a Isaac, la daré a ti, y a tu descendencia después de ti daré la tierra.

Más tarde el profeta Isaías anunció el nacimiento de nuestro Señor Jesucristo diciendo los nombres como sería llamado:

Isaías 9:6-7
Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.
Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.

En el nuevo testamento Jesucristo cambió los nombres de Simón y Saulo por Pedro y Pablo y estos fueron llenos del Espíritu Santo y realizaron grandes obras para la gloría del Señor.

Juan 1:42
Y le trajo a Jesús. Y mirándole Jesús, dijo: Tú eres Simón, hijo de Jonás; tú serás llamado Cefas (que quiere decir, Pedro).

También en el nuevo testamento, en el libro de Apocalipsis, el Apóstol Juan nos dice que a los que resultemos vencedores nos será dado un nombre nuevo:

Apocalipsis 2:17
El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.

Apocalipsis 3:12
Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo.

Durante la mañana de hoy, después de un momento de oración creo haber entendido el significado de todas estas coincidencias o concordancias y quiero compartirla con todos ustedes con la mayor humildad esperando recibir sus opiniones al respecto.

El nuevo nombre que nos promete el Señor significa que aquellos que reciban la vida eterna serán bendecidos grandemente y llevarán un nombre nuevo en su vida espiritual, es decir, ya no nos llamaremos Francisco ni Fernando ni José ni Wilton sino que nos será revelado un nombre nuevo cuando lleguemos a estar ante la presencia del Señor.

Esta promesa concuerda con II corintios 5:17 ya que si somos nueva criatura es lógico pensar que llevemos un nombre nuevo ya que todo es hecho nuevo:

II Corintios 5:17
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

El Señor nos llama a ser vencedores, nos llama a llevar su luz a las tinieblas y a llevar a cabo la Gran Comisión, no debemos quedarnos conformes con lo que hemos hecho para la gloría del Señor, tenemos que levantarnos y hacer mucho más porque suya es la batalla y es con su poder con el que venceremos las dificultades que hemos de encontrar en el camino hacia la salvación.

Hermanos, tenemos que justificar que se nos entregue una piedrecilla blanca con nuestro nuevo nombre escrito en ella y esa justificación sólo la lograremos viviendo en una absoluta y proactiva obediencia de la palabra de Dios.

Es tiempo de que nos revisemos y preguntemos:
  • ¿Hemos hecho todo lo que podemos hacer para la obra de Dios?
  • ¿Podemos hacer más de lo que actualmente hacemos?
  • ¿Estamos conscientes de nuestro llamado?
  • ¿Sabemos lo que el Señor espera de cada uno de nosotros?
  • ¿No estaremos acomodados en un banco de la iglesia cuando el Señor espera que ganemos almas para El?
  • ¿Tenemos una responsabilidad dentro de nuestra congregación o estamos dejando que otros hermanos trabajen por nosotros?

Todas estas son reflexiones que los invito a hacer para que podamos experimentar un verdadero avivamiento de la presencia del Espíritu Santo en nuestras vidas y en nuestra congregación. Todo esfuerzo sea hecho para la gloria y honra de Dios.

Deseo, en el nombre de Jesús, que el Señor bendiga a cada uno de los lectores de este mensaje y que les revele su voluntad a cada uno de nosotros.

En el nombre del Padre, del hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Francisco Collado
franciscocollado[arroba]hotmail.com

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