23 Si tuviese cerca de él
Algún elocuente mediador muy escogido,
Que anuncie al hombre su deber;
24 Que le diga que Dios tuvo de él misericordia,
Que lo libró de descender al sepulcro,
Que halló redención;
25 Su carne será más tierna que la del niño,
Volverá a los días de su juventud.
26 Orará a Dios, y éste le amará,
Y verá su faz con júbilo;
Y restaurará al hombre su justicia.
Job 33:23-26
Leyendo este pasaje no puedo dejar de pensar en Jesús.
Eliú y Job vivieron unos cuantos miles de años antes de Cristo y aun así, siento como si todo el libro de Job estuviera escrito para que sepamos que al pasar todos esos sin sabores que paso Job –Clamemos a Jesús!
Job no tenia este elocuente mediador:
“Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre”
1 Timoteo 2:5
Que le anunciase su deber:
5 Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
16 El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.
17 Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas;
18 tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.
Marcos 16:15-18
Que le diga que Dios tuvo de él misericordia:
20 Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó.
21 Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo.
22 Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies.
23 Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta;
Lucas 15:20-23 ~ Parábola de la oveja perdida
Que lo libró de descender al sepulcro:
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”
Juan 3:16 ~ De tal manera amó Dios al mundo
Que halló redención:
“siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús”
Romanos 3:24
Entonces cuando aceptas a Cristo en tu vida, estas son las promesas de Dios para ti:
25 Su carne será más tierna que la del niño,
Volverá a los días de su juventud.
26 Orará a Dios, y éste le amará,
Y verá su faz con júbilo;
Y restaurará al hombre su justicia.
Muchos hombres viven hoy en día llenos de dolor, tratando de expresar violencia y otras cosas desagradables. Cuando recibimos a Cristo como nuestro salvador nuestra carne se hace denuevo como la de un niño, sentimos la presencia de Jesús, sentimos su Santo Espíritu obrando en nuestras vidas, nuestros ojos se esclarecen y tu sonrisa brinda paz. Oraras a Dios y este te amara, escuchara tu clamor y concederá las peticiones de tu corazón, entonces veras su faz con jubilo y llenara tus días de justicia.
Créele a Cristo, El te fue dado por promesa.
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